jueves, 8 de marzo de 2012

La tercera etapa



"No quiero envejecer si voy a sentirme abandonada.
No quiero sentirme abandona sabiendo que nunca lo he estado,
sabiendo que he vivido  mi vida rodeada de multitud de gente,
sabiendo que mis amigos y mi familia ya no están conmigo.
No quiero la soledad impuesta, quiero estar sola cuando lo necesite,
porque abandonar a alguien no solo significa estar lejos de él,
abandono significa no escuchar, no mirar, no acariciar, no coger
de la mano y apretarla contra tu pecho,  no sentir, no compartir
con esa persona lo que has compartido siempre.
Si logro cruzar ese largo pasillo que es la vida, no quiero llegar al otro lado desamparada y quedar en el olvido".

Desde que trabajo en una residencia de ancianos como animadora sociocultural, estoy sensibilizada con nuestros mayores, edad a la que, espero, todos llegaremos, pero llegar a ancianos y sentirte solo y desamparado es muy triste.  Estas personas están desesperadas porque alguien les haga compañía aunque sólo sea durante unos minutos, porque alguien les acaricie, y les sonría… es tan fácil hacerles felices, y recibes tanto cariño, que se lo aconsejo a todo el mundo.  Desgraciadamente el alzheimer es el mal de muchos, y muchos de ellos cuando tienen los primeros síntomas se dan cuenta que la enfermedad se abre paso. Y aunque esta enfermedad ya esté avanzada puedo asegurar que cuando alguien se acerca a ellos, sienten y quieren de la misma manera que una persona que no tenga dicha enfermedad.

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