La Fuent (Fuensanta)

Esta es mi agenda

Hace unos días, una amiga y yo, quedamos para hablar de proyectos mientras nos tomábamos unas cañas, así es como mejor salen las ideas. Entre palabras que van y vienen intercaladas por pequeños tragos del brebaje, una mujer que aparentaba unos 50 años, delgada, de pelo cano se acercó a nosotras arrastrando un pequeño carro cuadrado y salpicado de pintura a conciencia. Nos dijo si podíamos darle algo por las agendas que vendía, nosotras intentamos no evadirnos de la conversación que manteníamos ya que, desgraciadamente, hay mucha gente pidiendo en la calle, y algunos pagan justos por pecadores. Se dio media vuelta con intención de marcharse, pero retrocedió para  preguntarnos si podíamos invitarle a algo para comer, se conformaba con un bocadillo. Aquélla no podía imaginar que unos minutos más tarde tuviera un bocadillo de calamares entre sus manos, y comenzó a comérselo de pie. Le dijimos que podía sentarse en una silla y comerse el bocadillo tranquilamente.

 Mi amiga y yo ya no pudimos seguir con la conversación de antes,  entre bocado y bocado, la visita no paraba de darnos las gracias por lo que habíamos hecho, así que la invitamos a formar parte de nuestro círculo de amistad.

Nos contaba que era una mujer luchadora, que en esos momentos se ganaba la vida vendiendo sus agendas, agendas que hacía ella misma, con sus propias manos, que no le gustaba molestar a la gente, ni pedir para comer, pero estaba sin trabajo y con lo que le daban sus agendas prefería invertir en material para seguir creando y para pagarse un techo, que guardárselo para comer. Antes trabajaba en una imprenta, pero cuando terminó su contrato por el que cobraba a la hora 3E, la echaron a la calle. Enfermó de un pulmón, tuvo cáncer, pero afortunadamente salió adelante. Su sueño sería poder montar un negocio con lo que hace. La Fuen (Fuensanta, nos dijo que se llamaba pero para los amigos Fuen) fabrica agendas, encuaderna, y confecciona tapas de piel imitando a los libros antiguos, y os puedo asegurar que es una preciosidad lo que hace, y que no mentía pues sus palabras y sus manos la delataban, sabía de lo que hablaba.

He querido publicar esta entrada para dar a conocer a esta mujer, y sus trabajos por si alguien pudiera estar interesado en lo que hace.

Fuensanta
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