Ahí estás tú

Mis horas son noches infinitas, con todos sus minutos y segundos que pasan lentos como pasa la muerte agonizante que poco a poco te va dejando sin aliento. 

Y allí estaba yo, sumergida entre mis brazos, buscando una gota de oxígeno, besando mis rodillas que anhelaban ser besadas por otros labios que de pronto se habían esfumado.

Y allí estaba yo, abrazada a mi misma, a un montón de recuerdos que de repente iban desapareciendo, fugaces como las estrellas. Y ante mis ojos se iban apagando dejando espacio en el firmamento a otros nuevos.

 Y así, con la misma fuerza con la que colisionaria un meteorito sobre la faz de la tierra de la misma manera chocaste con mi corazón sin esperarlo. Y la densa niebla que cubría aquellas noches haciéndolas tan oscuras, se iban abriendo como el telón que muestra el misterioso comienzo de una intrigante aventura que llevará a algún inesperado desenlace, pero que, como cualquier desenlace, no desea ser desvelado.

 Y AQUÍ ESTÁS TÚ, y cada noche con la yema de tus dedos cierras mis ojos, y tus manos acarician mi pelo, y me duermo en tus brazos aunque estén ausentes. 

 Y ALLÍ ESTÁS TÚ, y tu preciosa sonrisa iluminando las noches oscuras, dibujando nuevos recuerdos que guardo en esta caja secreta que palpita por ti, y despiertas en mí pasiones, locuras, y duermes

mi amargura, y calmas la tristeza hasta hacerla desaparecer, y matas el dolor engendrando en mí nuevos sueños, nuevas esperanzas y deseos que se funden en una explosión de sentimientos incontrolables.

Y cuando siento un hormigueo que me recorre el cuerpo de arriba a abajo es porque estás cerca, y si mis manos sudan es por la emoción de tocar las tuyas, y si cierro los ojos cuando estás tú es para  inmortalizar el momento.

Y si tropiezo AHÍ ESTÁS TÚ, y si lloro AHÍ ESTÁS TÚ, y ESTÁS TÚ en cada momento de mi vida, cuando río, cuando callo, cuando suspiro, cuando duermo, cuando despierto, cuando tengo frío. 

POQUE ERES MI COMPAÑERO, MI AMANTE, MI MEJOR AMIGO.

"Bruja"

No sé cuánto tiempo llevo aquí encerrada.  No sé ni cuándo fue la última vez que comí o bebí algo. Me encuentro cansada, agotada y me duele la cabeza de tanto llorar. Que yo esté aquí, en este minúsculo habitáculo, sin ventanas, incomunicada, aislada del mundo es por propia voluntad, me prometí a mi misma que lo haría una vez, que lloraría hasta agotar de mí la última lágrima, y después jamás me volvería a lamentar por nada ni nadie.

No lloro por ti, inconsciente, burdo-idiota, bestia inmunda, desalmado, ser sin escrúpulos. Lloro para sacar de mí todo este dolor que me has provocado, para enterrarte por siempre en el agujero más profundo que excave con mis propias manos, y no me detendré hasta que note el fuego del averno en la punta de mis dedos. Cuando salga de aquí lo habré superado, tú ya no formarás parte de este dolor porque habrás desaparecido, igual que el daño que me hiciste.  Habré borrado las marcas que has dejado en mi corazón con tus insultos, borraré las heridas que has producido en mi cuerpo con tus manos. Nunca más volverás a hacerlo. Jamás volverás a tocarme. Ni ruegos, ni suplicas podrán funcionar conmigo.

¡Bruja! -Dice una voz de hombre -

¡Bruja! -Retumba en la pequeña habitación-

Camino sobre tu desprecio, sobre tus injurias, pisoteo cada uno de mis dolorosos momentos contigo, aplasto cada palabra tuya llena de rabia, cada manotazo colmado de prepotencia, cada lágrima tuya suplicando mi perdón. Me despojo de todo cuánto toque mi cuerpo porque alguna vez tú también lo tocaste. Buscaré otra piel que me abrigue, otro sol que me de calor, cualquier otro camino que me aleje de ti. Encontraré otras almas que comprendan la mía, la libertad alimentará mi espíritu, y tú pronto dejarás de ser una piedra en mi camino. El viento envolverá mi cuerpo y me dejaré llevar hasta encontrar la paz, sé que pronto este infierno se apagará, sé que pronto dejaré de odiarte, sé que pronto me perdonaré y cesará este huracán que me agita desbocado. Temprano mis palabras, mis sentimientos más viscerales se los llevará el viento, y se transformarán en mariposas y morirán cuando llegue su momento.